Cómo superar los silos en una startup que está escalando
El crecimiento siempre implica evolucionar internamente, adaptando estructuras y formas de trabajo para mantener la agilidad y cohesión
Nuestra experiencia con startups tecnológicas siempre ha sido que al inicio todas comparten un fuerte espíritu de colaboración. La información fluye de manera natural y cada miembro está comprometido con los objetivos de la empresa. Esa agilidad y cohesión son fundamentales para el éxito inicial.
Sin embargo, a medida que crecen, y con ellas los equipos, comienzan a surgir problemas que antes no existían como la falta de comunicación y coordinación entre las diferentes áreas. De repente, las áreas que antes trabajaban mano a mano se convierten en entidades separadas, enfocadas únicamente en sus propios objetivos y procesos.

Este aislamiento interno suele afectar seriamente la capacidad de ejecución. Lo que antes se resolvía rápidamente toma días, semanas. En nuestra experiencia, uno de los primeros silos que surgen y que lastran el crecimiento, es la conexión entre tecnología y negocio. La falta de alineamiento ralentiza el progreso, y además genera frustración entre los empleados, que sienten que sus esfuerzos no están sincronizados con los objetivos globales de la empresa ni con los de las otras áreas.
Es aquí donde muchas empresas deciden innovar en las formas de trabajo. Ejemplos conocidos son los famosos OKRs o squads implementados en Google o Spotify. Nosotras hemos estado en esa situación donde un equipo directivo se enfrenta a estos problemas de alineamiento que impactan directamente en el crecimiento y es cuando hemos decidido adoptar estas metodologías basadas en equipos multidisciplinares, también conocidos como squads.
La idea detrás de los squads es reunir a personas de diferentes áreas y disciplinas en un solo equipo con un objetivo común. Cada squad por ejemplo puede tener representación de producto, growth, marketing, operaciones, ingeniería y cualquier otra función necesaria para cumplir su misión. Estos equipos trabajan en ciclos cortos, siguiendo los principios de los OKRs (Objectives and Key Results), una metodología que ayuda a alinear los objetivos individuales con los de la empresa y los de cada área.
No es cuestión de modas, excels, procesos o metodologías
Antes de comenzar un cambio así es importante preguntarse, ¿es el momento de implementar equipos multidisciplinares? No todas las empresas necesitan implementar squads o OKRs. Cada empresa es única y las metodologías deben adaptarse a su contexto. Es crucial no caer en la trampa de adoptar metodologías sin entender sus propósitos.
Para saber si es el momento adecuado para implementar una nueva metodología, considera ¿se están tus equipos enfrentando a problemas de comunicación o desalineamiento de objetivos?, ¿estamos perdiendo la agilidad que teníamos?, ¿dedica mucho tiempo el equipo de liderazgo a resolver conflictos entre áreas? ¿De qué forma esos conflictos están impactando en el crecimiento? ¿Está el equipo directivo alineado? ¿Es necesario cambiar la forma de trabajo de toda la empresa o empezar por unas áreas concretas que son las que están teniendo impacto más directo en lastrar el crecimiento?
Para saber si es el momento adecuado para implementar una nueva metodología, considera ¿se están tus equipos enfrentando a problemas de comunicación o desalineamiento de objetivos?
Por ejemplo, es algo mucho más común de lo que pensamos que haya empresas que empiezan a implantar metodologías ágiles y el equipo directivo ni siquiera está del todo alineado en los objetivos de la compañía. Preguntas como estas son esenciales antes de empezar un cambio tan importante como este.
Además las metodologías y las experiencias de otras empresas pueden servir como inspiración, pero lo verdaderamente crucial es adaptar esas ideas a las necesidades únicas de tu propia organización y no seguir recetas o playbooks que les han servido a otros, sino encontrar el camino único de tu organización.
Lo fundamental siempre son las personas y el liderazgo
Y lo que es muy obvio pero que se olvida muchas veces: no se trata solo de llenar un excel con objetivos o seguir una metodología al pie de la letra o implantar procesos; se trata, ante todo, de personas y de cómo trabajamos juntos como un equipo cohesionado. Y sí, es importante crear una forma de trabajo común pero otras pequeñas cosas pueden marcar la diferencia.
Acciones que pueden parecer pequeñas como insistir en que cuando los equipos presentaban su roadmap conjunto tenían que presentarlo como un único equipo, hablando en términos de "nosotros como equipo vamos a hacer esto" marcaron la diferencia en nuestros equipos. Fomentaron un sentido de unidad que los excels y las metodologías por sí solos no pueden crear.
O implementar otras iniciativas para que los squads sintieran que eran un equipo. Desde talleres de integración hasta dinámicas fuera de la oficina, el objetivo era romper con la mentalidad de "mi departamento" y fomentar una cultura de "nuestro equipo". Ninguna metodología o proceso por sí solo iba a solucionar este reto; requería un trabajo constante con las personas, reforzando la idea de que todos estaban trabajando hacia un objetivo común.
Cuesta pero merece la pena
Es importante también no subestimar el tiempo que requiere este cambio. Al principio es lento y requiere una inversión de tiempo por parte de todo el equipo grande, ya que cambiar la formas de hacer las cosas siempre cuesta. Surgirán problemas por el camino como conflictos en las prioridades, ¿es más importante mi tarea como departamento de marketing o lo del squad?, falta de claridad en los roles,¿cuál es mi rol en el squad?, resistencia al cambio, escalabilidad en las herramientas de colaboración y algunas otras.
El crecimiento siempre implica evolucionar internamente, adaptando estructuras y formas de trabajo para mantener la agilidad y cohesión. Cuando los squads funcionan, el equipo vuelve a ser ágil porque entiende lo que hacen sus compañeros de otras áreas, vuelven a trabajar juntos para lograr objetivos comunes y se reducen mucho las frustraciones, lo cual hace que todos sean más productivos. Además, se sienten más motivados porque entienden cómo lo que hacen impacta en los objetivos generales de la compañía y vuelve ese sentimiento de unidad del principio.
Romper los silos y fomentar una cultura de colaboración es esencial para un crecimiento sostenible y escalable.
Buen artículo